Convertí a Amery Culpeper en "El Sujeto 16" en unas 4 semanas. Antes me pasé un mes largo dándole vueltas al asunto, buscando título y tiempo para sentarme a escribir.
Este verano ha sido una especie de bomba atómica personal. Así que encontrar tiempo para escribir venía unido por necesidad a un mínimo control mental. Logré el suficiente como para no apuñalar a nadie con el boli y terminar el relato. Lo primero me costó bastante. Hice lo segundo sin mucho esfuerzo, el texto me encanta. Ha sido una gozada escribirlo.
Aeternum nos planteó una distopía en la que un virus hubiese asolado la Tierra. Querían saber como sobreviviríamos, como los mejores ejemplares de la especie se alzarían sobre el resto. Qué tipo de mutaciones (naturales o inducidas) debía tener un humano para convertirse en "extrahumano".
Leí algunos comentarios en los que otros escritores preguntaban si estas mutaciones podían ser psíquicas. Poderes mentales, buena idea. Un super telépata, para someterlos a todos. Me gusta.
Pero la respuesta de la editorial fue un poco ambigua, deduje que lo que querían era carne, sangre y tendones al viento. Nada de sinapsis ni campos neuronales. Así que viré hacia lo salvaje. David P Yuste, flamante nuevo Premio Ignotus 2020 criticó muy amablemente mi relato calificándolo como "crudo y visceral". Bueno, supongo que esa era la idea así que todo bien.
El Sujeto 16 está en esa magnífica y descarnada edición con la que Aeternum encabeza los más leídos de diciembre en LEKTU. Que orgullo formar parte de este invento.
Es una forma genial de terminar 2020. Un año incalificable que hemos cabalgado como los buenos, en la cresta de la ola ;)
Os deseo felices fiestas y que 2021 nos devuelva algunas de las cosas que ya ni recordamos que hemos perdido.
Un beso.
P.G.Escuder
